FECHA DE LA ESTANCIA: DICIEMBRE 2009
Es una hospedería situada en un enclave único del pueblo zaragozano de Illueca, se encuentra en lo alto de una colina con vistas a toda la villa. Sin duda, se trata de un edificio pintoresco, ya que en su día fue un castillo. Actualmente una parte del mismo es un museo, otra son oficinas de la Diputación de Aragón y otra es el hotel.
Se entra por una impresionante puerta medieval y la recepción está en la primera planta, junto al restaurante.
Tanto el servicio del restaurante, como el de recepción o el de las habitaciones es muy bueno, ya que al ser un hotel pequeño, hay un trato muy familiar. Las habitaciones están totalmente equipadas con el mobiliario y las camas bastante nuevas, aunque algo pequeñas.
El baño también es muy completo, con bañera, bidé, báter, lavabo, secador de pelo y amenities. Dependiendo de la habitación, puede ser más o menos grande.
Por dentro, tiene amplios salones decorados con un estilo medieval.
En el restaurante ponen una comida que merece la pena probar, todo muy bien cocinado y muy rico, además ofrecen menús a precio económico.
La única pega es que no hay acceso a internet.
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