LUGAR: MARRAKECH
FECHA DE ESTANCIA: NOVIEMBRE 2012
Este Riad se encuentra en una pequeña calle muy cerca de la plaza Jamaâ El Fna y también a unos pasos de una de las calles que suben hasta los zocos. Según se va llegando parece que va a ser un sitio muy ruidoso pero, aun estando a pocos metros de una de las calles más transitadas de Marrakech, es un lugar muy tranquilo y silencioso.
Consta de solo 5 habitaciones, de las cuales cuatro tienen una cama doble grande y otra 2 camas separadas.
En cuanto a las instalaciones, tienen aire acondicionado, caja fuerte, armario (sin puertas), televisión de LCD con cientos de canales en árabe de un montón de países, pero ningún canal en español, como mucho alguno en francés o en inglés.
Todas tiene baño completo, cuatro de ellas con ducha y una con bañera. Hay jabones y geles de ducha gratuitos y toallas (aunque parecen que están limpias, huelen un poco raro...). El resto de limpieza del baño y de la habitación es aceptable para estar en un Riad en el centro de Marrakech.
Otras instalaciones que tiene son una pequeña piscina en la azotea y una terraza en la que si hace buen tiempo se puede desayunar con unas buenas vistas. También hay wifi gratuita.
En caso de no poder desayunar arriba, te lo preparan todo, a la hora que se diga, en las mesas del hall de la entrada. El desayuno que ponen consta de café, té, leche, zumo de naranja natural, tostadas de diferentes tipos de pan, una especie de crepes, mermeladas, mantequilla y miel. Si se acaba cualquier cosa, se puede pedir más sin problemas.
Las chicas que atienden no hablan nada de castellano, hablan francés y un poco inglés. Un aspecto de agradecer es que cuando llegábamos por la noche se puede pedir un té de menta muy rico y te lo preparan en un momento acompañado de unas pastas.
La oferta de Riad en la zona de La Medina es inmensa, pero éste por su ubicación y la relación calidad/precio es bastante aconsejable (unos 25-30 €/persona y día con desayuno incluido).